El
reconocimiento del problema.
Puede
proceder de varias fuentes, de las quejas que la escuela recibe por parte de
sus beneficiarios, de las críticas del propio personal o de la dirección.
Las
que no vienen del director, tienden a pasar a convertirse en una preocupación
central de este. Una vez de reconocer el problema, se tiene que convencer de
que las cosas pueden ser mejores. Si el director se involucra, genera una o
varias ideas.
La
idea se convierte en plan.
Las
características de este:
- Debe elaborarse en equipo.
- Debe comenzar por estabilizar procesos, o definir la estabilidad existente.
- Precisar normas mínimas.
- Proporcionar elementos para que todos las puedan cumplir
- Establecer sanciones claras para el incumplimiento.
- Diseñar los resultados deseados.
- Privilegiar los procesos de prevención del sistema
- Privilegiar la disminución de variaciones por encima de la elevación promedio.
- Requiere programas más precisos.
El
plan se pone en práctica y se monitorea.
El
monitoreo se refiere a la actuación de las personas en sus prácticas
cotidianas. Puesto que, finalmente, todos somos responsables del objetivo
planeado. Descubriremos que necesitamos apoyos específicos para poder
transformar nuestra práctica en el sentido deseado.
Es
importante que no se pierda de vista el objetivo último.
Los
resultados se evalúan.
En
educación, la evaluación es una práctica común. El problema es que sólo se
evalúa, no se monitorea. La evaluación sin monitoreo no permite mejorar la
calidad.
La
evaluación verifica si los procesos modificados contribuyeron al logro de
mejores resultados.
Se cierra un ciclo y comienza otro.
Una
vez demostrado que los procesos han tenido los resultados esperados, es
necesario estandarizarlos.
Con
ello estamos listos para iniciar un ciclo nuevo.
Ciclo
PHRA
-Planificar.
-Hacer: aplicarlo.
-Revisar. Si hay mejoría
-Actuar.
Referencia: Schmelkes S. (1995). VIII. La planeación y la evaluación para la
calidad. En: “Hacia una mejor calidad de nuestras escuelas”. (pp. 89-100). México DF., Subsecretaría de Educación Básica y Normal.
--Mi Comentario—
Hemos
visto en clases que se hacen varias pruebas para analizar cómo van los
resultados en general en lo que respecta a mejoras en las aulas, sean llamadas
pruebas ENLACE, o PISA. Sin embargo, poco es lo que de verdad se hace por
monitorear estos resultados, ya que las autoridades se conforman con escuchar números
“positivos”; hay que hacer el análisis profundo de cuántos de los niños
terminan su educación básica, e incluso llegar más allá; cuántos de ellos saldrán
preparados con las competencias necesarias para la vida.
La
evaluación también es un factor que menciona Mortimore dentro del ambiente de
aprendizaje para el logro de la calidad. Y también habla de que estas
planeaciones se deben hacer en equipo, y creo que es correcto, ya que una sola
persona no puede ver todas las caras que nos presentan las aulas, ya que estas
están llenas de factores diferentes y necesidades diferentes.
Por
mi parte creo que las evaluaciones nos dan un panorama, gris y triste, de que
nos falta mucho por invertir en educación, no en infraestructura, sino en los
maestros, en los contenidos, y en las maneras de enseñar.
Es
bueno entonces que haya reformas a los programas de educación y que para esto
se tome en cuenta a varios actores sociales, para así descubrir dónde están las
necesidades específicas. y que se creen documentos como el ProNaE que en general relata la visión que se tiene y las propuestas para lograrla y que toma en cuenta la evaluación para revisar si se está llegando a las metas esperadas y el rendimiento de cuentas.
Te felicito Tania considero que tu resumen esta correcto abarcando ideas principales y estoy muy de acuerdo contigo es verdad se hacen miles y miles de evaluaciones, pero a pesar de que vemos tan devastadores resultados, seguimos sin preocuparnos en tratar de como mejorarlo.
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