Seguidores

miércoles, diciembre 14, 2011

X. ALGUNAS IMPLICACIONES DE LA CALIDAD.


La calidad implica autocrítica.
            La complacencia es el peor enemigo de la calidad.
            En la práctica cotidiana es muy difícil lograr la autocrítica, es difícil aprender a hacerlo, pero es posible si uno se lo propone. Se debe dar en un ambiente de libertad y es necesario que esto se trate abiertamente en reuniones de equipo al iniciar un proceso de mejoramiento de la calidad.
La calidad implica valorar la diversidad.
            No se trata de que todos pensemos igual, la pluralidad enriquece la posibilidad de encontrar soluciones.
La calidad implica consensos.
            Llegar a un consenso entre personas que piensan diferente significa que debemos analizar el problema a fondo. El consenso se logra después de que todos llegan a un convencimiento profundo de lo que se decide.
La calidad implica relevancia.
            El beneficiario es la referencia obligada en todo proceso de mejora de la calidad. Se debe tomar como centro y referencia de nuestro trabajo.
La calidad implica justicia.
            Igualdad es ofrecer lo mismo a todos, justicia es dar más a los que tienen menos. Es necesario que todos los alumnos, independientemente de sus características, alcancen los objetivos que nos hemos trazado.
La calidad nos exige creer en nuestros alumnos.
            Significa apostar a que son capaces de aprender como aprenden los mejores alumnos del país; a que serán capaces de continuar sus estudios a niveles superiores con éxito. Significa reconocer que requieren de nuestro apoyo, el de la familia y el de la comunidad.
La calidad se comparte.
            Tenemos la obligación de compartir y difundir nuestros logros y nuestra forma de alcanzarlos. Sólo así, podrá irse extendiendo un movimiento de mejora en las escuelas.

Referencia: Schmelkes S. (1995). X. Algunas implicaciones de la calidad. En: “Hacia una mejor calidad de nuestras escuelas”. (pp. 117-125). México DF., Subsecretaría de Educación Básica y Normal.

---COMENTARIO—
Este capítulo menciona algunas de las implicaciones de la calidad, como su nombre lo dice, y nos hace reflexionar en que la calidad no se va a dar por si sola; para lograr la calidad en la educación hay que hacer primero, algunos sacrificios, como los ideales que se tiene y sobre todo, el amor al dinero…
Esto tiene mucha relación con el informe de Mexicanos primero, en el cual hace énfasis en que el logro de resultados nos corresponde a todos y que todos podemos hacer algo.
En los comentarios que realizan personajes como Carlos Loret de Mola y Denise Dresser, más bien, eminencias, se denota el repudio que tienen contra la lideresa sindical y su mal manejo de recursos, y es verdad, se hace un muy mal uso de ellos, pero el cambio se debe hacer desde las aulas, en la sociedad, todos podríamos contribuir a lograr la calidad tan anhelada y derribar la pared que nos impide avanzar.
Empecemos ¿por qué no?, con la autocrítica, tal y como menciona la autora de este capítulo, nos daremos cuenta que muchas cosas están mal, porque las hacemos mal. Y que de verdad está en cada uno hacer el cambio. No desde afuera como veíamos en clase, que se trata de cambiar todo desde el macro sistema, sino en cada escuela, cada maestro, encada aula.

IX. LA CALIDAD NECESITA DE LA PARTICPACIÓN DE LA COMUNIDAD


La mejor manera de tener en cuenta al beneficiario es hacerlo participar.
            En educación básica, no se puede entender la calidad sin una participación activa de los padres de familia. El ideal consiste en que la comunidad haga propia la escuela.
            Si consideramos que la escuela, comunidad y padres de familia pretenden lo mismo, estaremos de acuerdo en que el trabajo conjunto producirá más y mejores resultados.

La escuela está en la comunidad y la comunidad está en la escuela.
            En muchas comunidades el maestro juega un papel muy importante: asiste a asambleas, ayuda a redactar oficios, participa en la resolución de problemas, etc.
            Hay más maneras en que la escuela esté en la sociedad, por ejemplo, en el conjunto de relaciones informales, las muestras de preocupación del maestro hacia el alumno, etc. Cada escuela tiene su propia identidad.
            A su vez, la comunidad está en la escuela, cuando decimos que el niño lleva sus problemas a las aulas, cuando los padres de familia se manifiestan dentro de la escuela con sus expectativas, sus ideas y exigencias.

Algunas ideas sobre cómo propiciar la participación de los padres de familia y de la comunidad.

  1. Nuestro trabajo dentro del aula.
    •  Aprovechar conocimientos, habilidades, actitudes y valores de los alumnos.
    •   Involucrar a los padres de familia.
    •  Hacer participar a personas de la comunidad en la impartición de clases específicas.
  2. La creación de un ambiente familiar. Tomando en cuenta:
    •  Nutrición
    •   Higiene
    •   Salud
    •   Conocimiento de las etapas del desarrollo del niño y sus requerimientos.
    •   Conocimiento de la importancia de un ambiente familiar.
    •    Apoyos familiares al trabajo de los niños.
  3. El apoyo especial de los padres a los alumnos rezagados y/o con problemas de aprendizaje
  4. Otros aspectos en que puedan relacionarse escuela y comunidad.

La participación de la comunidad se traduce en un mejor aprendizaje.
            Las experiencias de vinculación comunidad- escuela han demostrado que, en poco tiempo, los esfuerzos en este sentido comienzan a rendir frutos. Aprenden los padres, y nosotros, como maestros, nos enriquecemos.
Referencia:  Schmelkes S. (1995). IX. La calidad necesita la participación de la comunidad.  En: “Hacia una mejor calidad de nuestras escuelas”. (pp. 101-116). México DF., Subsecretaría de Educación Básica y Normal.

--Opinión—
Creo que no por nada tanto el Artículo 3º y la LGE, tocan en una parte el tema de la participación social. También en la introducción del Secretario de Educación al ProNaE, menciona que éste era el resultado de la participación de diversos actores sociales, a su vez, convoca a la comunidad en general, padres de familia, alumnos y a los poderes y gobiernos estatales y municipales a sumarse al mismo; con esto se evidencia que el cambio que se espera nos involucra a todos.
            Y no puedo dejar de mencionar a Mortimore, que habla de la importancia en la colaboración hogar-escuela y la importante participación de los padres de familia.    
                    Además existen los programas de participación social, que en teoría quieren involucrar a la sociedad en el avance y logro de la calidad, sin embargo, podemos notar que la sociedad no está muy interesada en esto, ya que la cultura general es ver a la escuela como un lugar para liberarse "un rato" de los hijos.



VIII. LA PLANEACIÓN Y LA EVALUACIÓN PARA LA CALIDAD.


El reconocimiento del problema.
            Puede proceder de varias fuentes, de las quejas que la escuela recibe por parte de sus beneficiarios, de las críticas del propio personal o de la dirección.
            Las que no vienen del director, tienden a pasar a convertirse en una preocupación central de este. Una vez de reconocer el problema, se tiene que convencer de que las cosas pueden ser mejores. Si el director se involucra, genera una o varias ideas.

La idea se convierte en plan.
            Las características de este:

  1. Debe elaborarse en equipo.
  2. Debe comenzar por estabilizar procesos, o definir la estabilidad existente.
    •  Precisar normas mínimas.
    •  Proporcionar elementos para que todos las puedan cumplir
    •  Establecer sanciones claras para el incumplimiento.
  3. Diseñar los resultados deseados.
  4. Privilegiar los procesos de prevención del sistema
  5. Privilegiar la disminución de variaciones por encima de la elevación promedio.
  6. Requiere programas más precisos.

El plan se pone en práctica y se monitorea.
            El monitoreo se refiere a la actuación de las personas en sus prácticas cotidianas. Puesto que, finalmente, todos somos responsables del objetivo planeado. Descubriremos que necesitamos apoyos específicos para poder transformar nuestra práctica en el sentido deseado.
            Es importante que no se pierda de vista el objetivo último.

Los resultados se evalúan.
            En educación, la evaluación es una práctica común. El problema es que sólo se evalúa, no se monitorea. La evaluación sin monitoreo no permite mejorar la calidad.
            La evaluación verifica si los procesos modificados contribuyeron al logro de mejores resultados.
 Se cierra un ciclo y comienza otro.
            Una vez demostrado que los procesos han tenido los resultados esperados, es necesario estandarizarlos.
            Con ello estamos listos para iniciar un ciclo nuevo.
Ciclo PHRA
-Planificar.
-Hacer: aplicarlo.
-Revisar. Si hay mejoría
-Actuar.

Referencia: Schmelkes S. (1995). VIII. La planeación y la evaluación para la calidad. En: “Hacia una mejor calidad de nuestras escuelas”. (pp. 89-100). México DF., Subsecretaría de Educación Básica y Normal.

--Mi Comentario—
            Hemos visto en clases que se hacen varias pruebas para analizar cómo van los resultados en general en lo que respecta a mejoras en las aulas, sean llamadas pruebas ENLACE, o PISA. Sin embargo, poco es lo que de verdad se hace por monitorear estos resultados, ya que las autoridades se conforman con escuchar números “positivos”; hay que hacer el análisis profundo de cuántos de los niños terminan su educación básica, e incluso llegar más allá; cuántos de ellos saldrán preparados con las competencias necesarias para la vida.
            La evaluación también es un factor que menciona Mortimore dentro del ambiente de aprendizaje para el logro de la calidad. Y también habla de que estas planeaciones se deben hacer en equipo, y creo que es correcto, ya que una sola persona no puede ver todas las caras que nos presentan las aulas, ya que estas están llenas de factores diferentes y necesidades diferentes.
            Por mi parte creo que las evaluaciones nos dan un panorama, gris y triste, de que nos falta mucho por invertir en educación, no en infraestructura, sino en los maestros, en los contenidos, y en las maneras de enseñar.
            Es bueno entonces que haya reformas a los programas de educación y que para esto se tome en cuenta a varios actores sociales, para así descubrir dónde están las necesidades específicas. y que se creen documentos como el ProNaE que en general relata la visión que se tiene y las propuestas para lograrla y que toma en cuenta la evaluación para revisar si se está llegando a las metas esperadas y el rendimiento de cuentas.

VII. LA CALIDAD CONDUCE AL MEJORAMIENTO CONTINUO DE LAS PERSONAS INVOLUCRADAS.


             Cuando una persona se siente importante en el trabajo, hará todos los esfuerzos por quedarse en él.

Los problemas no son los docentes, sino el sistema.
            En términos generales, el problema de calidad no reside en el docente, sino en el sistema. Sin embargo, la solución sí depende del equipo de docentes, cuando, encabezado por el director, se da a la tarea de modificar el sistema y mejorar procesos para alcanzar mejores resultados.
            La filosofía de la calidad está orientada a las personas y dirigida a sus esfuerzos.
Lo importante en la calidad es la calidad de las personas.
En la calidad, lo más importante es la calidad de las personas. La filosofía de la calidad total considera que:
Lo importante no son las cosas que hace el hombre, sino el hombre que hace las cosas (FUNDAMECA. Memorias del II Congreso Internacional de Calidad Total. México, 1990).
            Y se propone a desarrollar integralmente a las personas, con actualizaciones y apoyo al docente.

Lo más importante es la posibilidad de vivir los valores del compromiso, la responsabilidad y la solidaridad.
            Para desarrollarse es necesario obtener conocimientos, pero algo más importante. El proceso de desarrollo radica en descubrir el sentido de la vida que procede de demostrarse a sí mismo la capacidad de transformar la realidad.
            La filosofía de la calidad se basa en la convicción y el deseo inherente que tienen las personas de lograr calidad y valor.

Si nos desarrollamos como personas, podremos formar integralmente a nuestros alumnos.
            Los valores que nosotros podemos vivir en forma congruente al participar en un proceso de mejora de la calidad:
  1.   La identidad: Nos reconocemos como parte de la escuela. Para su logro se necesita la existencia de al menos tres tipos de oportunidades:
    1. a.    La participación creativa.
    2. b.    La diversidad.
    3. c.    La autoestima.
  2.     Libertad, responsabilidad y respeto al bien común. El derecho a elegir, conociendo las consecuencias de la elección.
  3.  Equidad y la justicia. Brindar oportunidades iguales a todos, dar a más a quien más necesita.
  4.    La solidaridad y el compromiso. Tiene que ver con la identidad colectiva, con la manifestación de apoyar a quienes lo necesitan.
  5.    La congruencia.

Con todo esto podremos observar que la participación en un proceso de mejoramiento continuo de la calidad, nos desarrollaremos integralmente como personas y seremos capaces de formar personas íntegras.
Referencia: Schmelkes S. (1995). VII. La calidad conduce al  mejoramiento continuo de las personas involucradas. En: “Hacia una mejor calidad de nuestras escuelas”. (pp. 77-88). México DF., Subsecretaría de Educación Básica y Normal.

--- OPINIÓN—
Creo  que la postura de la autora es terminante, opina que el problema no son los maestros, sino el sistema. Pero me gustaría pensar en el maestro como agente “externo” al sistema y no puedo, creo que los maestros son parte del mismo, y parte muy importante en el logro de la calidad educativa.
Si bien es correcto que un maestro que llega a una escuela con todo el entusiasmo del mundo, y se encuentra con puras paredes, inconsistencias y con gran apatía de las autoridades y el resto de sus compañeros, se verá inmerso en este mal general y es muy probable que caiga en lo mismo; también encontramos maestros que gracias a ellos y su negativa al cambio las mejoras no se dan. Si, aunque nos llegue a sorprender, hay personas que se oponen a las mejoras porque “cuesta un poco más de trabajo”.
Este capítulo se puede relacionar también con Mortimore (y ¿cómo no relacionarlo si nos habla de muchos factores para una escuela de calidad?), cuando habla un poco de la visión y objetivos compartidos, el deseo de participar de el cambio nos hará compartir la visión que se tiene respecto a este.
            Cuando un maestro se siente parte de la escuela, busca mejorarla y también mejorar él, como ejemplo, los más de 1000 profesores que se inscribieron en el Seminario Internacional de Liderazgo en la Educación Básica “Conecting Classrooms” que se impartió en la BENV y que nos informaron oportunamente los medios de comunicación –además que se nos permitió ser parte de su organización- donde estos profesores, preocupados por cómo lograr mejoras, se inscribieron y recibieron estas conferencias y talleres durante tres días de trabajo.

VI. LA CALIDAD REQUIRE LIDERAZGO

El director debe ser líder, debe apoyar y estimular.

El proceso de mejoramiento de la calidad requiere un nuevo tipo de liderazgo.
El director debe ser el primero y el mayormente comprometido con el propósito de mejorar la calidad. Debe sentirse responsable de la calidad educativa de su escuela, fungir como auténtico líder, capaz de motivar, facilitar, estimular el proceso de mejoramiento de la calidad.
El director debe ser capaz de desarrollar un plan, y al mismo tiempo mantener una presión coherente y constante sobre la escuela para que se lleve a cabo. El móvil fundamental del director, es satisfacer cada vez mejor las necesidades de los beneficiarios de la escuela.

El director debe buscar que el docente esté orgulloso de su trabajo.

El líder de un proceso de calidad debe ayudar a los docentes a trabajar más inteligentemente, en vez de ser un juez que inspecciona y evalúa a las personas, es un compañero que aconseja y dirige a su gente día a día, buscando que todo el mundo haga mejor el trabajo con mayr satisfacción.

Un director se preocupa por investigar.


Es necesario conocer nuestra escuela y nuestro entorno; Tenemos que conocer las condiciones y las necesidades de nuestros beneficiarios.
Estos procesos requieren investigación. Un proceso de mejoramiento de la calidad implica hacer esto para contar con información de la realidad que nos permita interpretar, encontrar causas y diseñar soluciones.

Un director se preocupa por la formación en el trabajo.
Participar en el proceso de mejoramiento de la calidad implica conocer las necesidades del beneficiario.
Para lograr satisfacer las necesidades del beneficiario hay que procurar lograr que el trabajador se sienta orgulloso con su trabajo.
Mejorar la calidad es un proceso que exige una formación continua. Al director corresponde asegurarse que este proceso esté acompañado de los elementos formativos indispensables para lograr que puedan llevarse a cabo los cambios.

El director tiene dos responsabilidades: mantener y mejorar.
La primera implica establecer reglas y asegurar que se cumplan.
Hay dos maneras de lograr el mejoramiento, a través de la innovación y del mejoramiento continuo. La innovación cambia radicalmente alguna práctica. En el mejoramiento continuo el director debe ayudar a que se generen sugerencias e incorporarlas a la estrategia general de mejoramiento.

El director tiene dos funciones: la estimulante y de apoyo y la función de control.
La primera se refiere a cuidar los procesos. La segunda a los resultados. El director necesita criterios para administrar ambos, en este caso, criterios como el de esfuerzo para el mejoramiento, consistencia en el proceso, congruencia entre lo que se dice y lo que se hace parecen ser los más indicados.

REFERENCIA: Schmelkes S. (1995). VI. La calidad requiere liderazgo. En: “Hacia una mejor calidad de nuestras escuelas”. (pp. 65-75). México DF., Subsecretaría de Educación Básica y Normal.

--OPINIÓN

Creo que este tema del liderazgo es muy delicado, comparte contenido con lo visto en la lectura de Mortimore, en la parte específica del liderazgo profesional y pienso que es una gran responsabilidad; además digo que es un asunto delicado, porque ser líder es muy diferente a ser jefe. Es fácil identificar un líder, si se conocen sus características: debe ser alentador, dinámico, objetivo, debe dejar participar al equipo, sabe delegar funciones, entre otras que también nos señala el mismo Mortimore.
Por otra parte, no podemos ignorar que la escuela es un todo y que lamentablemente muchas de las acciones novedosas que formule el director, para crear un cambio, dependen del "ánimo" de los profesores dentro del aula, por lo que es muy importante que el director fije metas y que también tenga la capacidad de monitorear que éstas se cumplan.

martes, noviembre 22, 2011

V. LA CALIDAD DEPENDE DE TODOS LOS QUE PARTICIPAN EN EL PROCESO.

La calidad la causa el equipo docente.

En una escuela, los resultados dependen más de las personas y de las interrelaciones entre las personas. Todas las actividades están estrechamente vinculadas entre sí, por lo que un movimiento hacia un mejoramiento de la calidad requiere el involucramiento de todos los agentes implicados.

De estos agentes los más importantes son los directores y maestros, es decir, el equipo docente, ellos tienen que compartir el propósito de mejorar la calidad. Es indispensable que todo el quipo comprenda y comparta el propósito de mejoramiento. Es participando en el diseño como el equipo comprende la visión.

No basta con participar.

Hay que hacerlo en equipo.

El trabajo en equipo hace que una persona compense con su fuerza la debilidad de otra. En un trabajo de equipo, se toman decisiones y se actúa sobre ellas.

En una organización compleja puede haber varios equipos, deben establecerse los mecanismos para una comunicación fluida y permanente entre los mismos. Estos pequeños equipos se llaman “Círculos de Calidad” y son una forma de asegurar que las sugerencias de mejora se dirijan al equipo y que de este emanen sugerencias colectivas.

La participación en equipo mejora la calidad de vida en el trabajo.

Uno de los principios fundamentales de la calidad es que las personas se desarrollan, se humanizan a sí mismas y humanizan el trabajo cuando participan activa y colectivamente en el mejoramiento de los procesos de trabajo.

La participación genera compromiso y satisfacción personal.

La participación debe ampliarse a los padres de familia y a otros miembros de la comunidad.

Una escuela debe convertirse en una comunidad educativa en la que participen activamente alumnos, padres de familia y miembros de la comunidad. Es altamente recomendable incorporar estos miembros a los esfuerzos colectivos por mejorar la calidad.

Schmelkes, S. (1995). La calidad depende de todos los que participan en el proceso, en: “Hacia una mejor calidad de nuestras escuelas”. (pp. 55-64). México, D.F., Subsecretaria de Educación Básica y Normal.

--COMENTARIO—

Pareciese que la autora se puso de acuerdo con Mortmore y compañía para hacer este libro, sin embargo, es normal que se encuentre tanta relación entre ambos autores ya que hablan de la calidad y cómo llegar a ella. Schmelkes, de manera táctica, cómo logar los puntos que mencionan Mortimor, Hilman y Sammons. Nuevamente vemos la importancia de involucrar a los padres, creo que si ellos se ven directamente involucrados pondrán más atención en el desempeño de sus hijos.

IV. LA CALIDAD ESTÁ EN EL PROCESO.

El mejoramiento de la calidad es un proceso que nunca termina.

No hay tal cosa como “niveles de calidad aceptables”. El mejoramiento alcanza nuevas alturas con cada problema que se resuelve.

Es una realidad constatada que cuando una organización construye su estructura, inicia su declinación. Siendo así, debe existir un esfuerzo continuo de mejoramiento.

La constancia es necesaria porque se trata de un proceso lento; es importante porque no tiene sentido iniciar un proceso de calidad si una porción importante del personal no tiene intenciones de permanecer en ella.

La calidad está en proceso.

La calidad es un proceso constante y permanente. Una organización es un proceso, donde todas las acciones están vinculadas entre sí.

La mayor parte de las causas de la mala calidad está en el sistema.

La calidad es un proceso, por lo que no puede asegurarse con inspección. Tenemos que lograr el proceso para obtener los mejores resultados.

Uno de los procesos importantes es el de diseño, desde que definimos qué es lo que queremos lograr y cómo queremos lograrlo.

Otro de los procesos es el de la enseñanza, el cual es un proceso de relaciones maestro-alumno, alumno-alumno, alumno consigo mismo.

El tercer proceso central es el de la relación escuela-comunidad y maestro-padre de familia.

Para que los procesos mejoren se requiere el cumplimiento de una función estimulante y de apoyo de parte del director de la escuela.

Mejorar la calidad del proceso significa orientar los esfuerzos hacia las personas.

Schmelkes, S. (1995). La calidad está en el proceso, en: “Hacia una mejor calidad de nuestras escuelas”. (pp. 49-54). México, D.F., Subsecretaria de Educación Básica y Normal.

--COMENTARIO—

En este capítulo la autora nos hace énfasis de la participación de los actores escolares en el proceso hacia la mejora de la calidad, creo como ya comenté que el gobierno de Veracruz se está preocupando por incluir a toda la comunidad en este proceso de mejora con sus proyectos en las comunidades. También he visto en algunas de mis observaciones, que los maestros tratan de involucrar a los padres de familia en el desempeño de sus hijos, lamentablemente no todos lo hacen, pero en los hijos de los que sí han mostrado interés, se ha visto una mejora notable en su desempeño académico.

Y pues nuevamente se relaciona con Mortimore, cuando habla de la visión de objetivos compartidos, de la colaboración hogar- escuela y la organización para el aprendizaje, entre otros.